José Vargas.
Agua Dulce, Ver.—
La crisis en el Hospital de Pemex en Agua Dulce mantiene en vilo a pacientes que requieren tratamientos críticos. Usuarios denunciaron que desde hace varios días el centro médico opera sin los medicamentos esenciales para continuar terapias oncológicas, lo que ha obligado a suspender sesiones previamente agendadas.
El personal del hospital asegura que continúan “en espera” del surtimiento enviado desde Minatitlán, donde se concentra el abastecimiento para la red médica de la petrolera. No obstante, los pacientes afirman que no existe información clara que confirme si las solicitudes se realizaron a tiempo o si el retraso obedece a fallas internas en la gestión.
Además del desabasto para quienes enfrentan cáncer, también se reporta la inexistencia de medicamentos de control, indispensables para pacientes que requieren tratamientos continuos. Algunos han tenido que buscar por su cuenta en farmacias particulares, ante el riesgo de pausar terapias que no admiten interrupciones.
La situación se agrava con la falta de médicos y especialistas, un problema que ha venido creciendo y que ahora frena consultas, valoraciones y seguimientos. Usuarios describen un hospital operando al límite y con múltiples áreas sin personal suficiente para atender la demanda.
En medio de este panorama, pacientes señalaron que ni el director ni la subdirectora del Hospital de Pemex han dado atención directa a las quejas. De acuerdo con los afectados, ambos funcionarios se han limitado a reenviar las inconformidades al área de Química, evitando dar explicaciones sobre la ausencia de insumos o la falta de personal.
La comunidad derechohabiente califica la situación como “desesperante” y exige a Pemex una intervención urgente que restablezca el suministro de medicamentos, refuerce la plantilla médica y garantice un servicio digno para quienes dependen del sistema de salud de la petrolera.
Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los pacientes que hoy se sienten abandonados en su propio hospital.






