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Clama libertad para si hijo

Jul 15, 2024

*Asegura que José Antonio nada tiene que ver en el ataque a las palapas

Gregorio Antonio/

Coatzacoalcos, ver.

A una semana de haberse registrado su detención, tras haber sido señalado de participar en la quema de dos negocios de mariscos, José Antonio N, de 41 años de edad, es inocente afirmó su padre José Antonio Villaseca Diaz.

 

«El está enfermo y discapacitado, tiene una serie de enfermedades que le impiden actuar de manera normal, es hiperenso, diabético, obeso, sufre de ataques epilépticos y contrajo un virus que le causó lesiones cerebrales», señala su padre.

 

Considera que los policías que lo detuvieron cometieron muchas irregularidades, toda vez que lo aseguraron sobre la calle Tula de la colonia Teresa Morales, frente a una veterinaria a la que llega caminando, desde su casa situada en la calle Copan número 215 B de la colonia Jardines de California y no en el centro como lo informó el boletín.

 

Ese día se iba a entrevistar con un trabajador del Instituto Tecnológico Superior de Coatzacosmcos (Itesco), quien lo iba a recomendar para trabajar en ese plantel y pudiera obtener el seguro social para sus medicinas y fue detenido alrededor de la una de la tarde.

 

Debido al virus, el joven José Antonio ya perdió la vista de uno de sus ojos, por lo cual su papá a quien le fue amputada la pierna derecha a causa de la diabetes, asegura que el día de los hechos, él estaba dormido en la casa que comparte con ellos (sus papás).

 

El señor Villaseca Díaz nos narra que en la víspera acudió a la visita en el Cereso Duport Ostión, donde le dijo que el tiene mucha confianza en las instituciones y le pidió que asista a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) a presentar la queja.

 

Ahí le dijeron que un abogado de esa comisión acudirá a más tardar el próximo miércoles a hacer la entrevista para conocer más a fondo la situación y así emitir las recomendaciones necesarias.

 

Reitero que el apodo de «El Escorpion», se lo pusieron los policías, pues la única forma en la que lo llaman los que lo conocen es como «El Gordo», debido a su robustez y que el día que lo detuvieron lo hicieron disparar una pistola dentro de un tambo con agua, para sembrarle pruebas de un supuesto enfrentamiento.

 

Con lágrimas en el rostro le pidió ayuda al gobernador Cuitlahuac Garcia Jiménez, «le pido ayuda porque soy un padre desesperado, el está enfermo, vivimos los tres en la casa y los tres estamos discapacitados», concluyó.

 

 

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