José Vargas.
Acayucan, Veracruz .-
La violencia en el sur de Veracruz sigue al alza. La madrugada del 5 de marzo, un grupo de desconocidos lanzó una bomba molotov contra la clínica privada “Biomedic” en el municipio de Acayucan, en un presunto acto de intimidación vinculado al cobro de piso.
El ataque ocurrió alrededor de las 4:30 a. m. en la calle Melchor Ocampo, en el barrio Zapotal. El fuego se propagó rápidamente dentro del inmueble, pero, gracias a la pronta respuesta de Protección Civil y Bomberos, el siniestro fue sofocado sin que se reportaran personas lesionadas.
Elementos de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, la Policía Estatal y Municipal acordonaron la zona y recabaron evidencias, sin que hasta el momento se haya informado sobre detenidos. Agentes ministeriales abrieron una carpeta de investigación para esclarecer el móvil del atentado.
Este hecho ocurre en medio de un clima de creciente violencia en la región, lo que ha generado preocupación entre empresarios y ciudadanos. Diversas fuentes señalan que el crimen organizado ha intensificado su actividad en el sur de Veracruz, desafiando la estrategia de seguridad del gobierno estatal.
Ante la ola de violencia, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, ha reiterado su postura de “cero tolerancia” contra la delincuencia. Durante su reciente visita a Coatzacoalcos, en el marco de la campaña “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, la mandataria envió un mensaje contundente:
“Vamos a recuperar en su totalidad Coatzacoalcos y todo Veracruz. Por cada delito, vamos a actuar; por cada delincuente, se hará justicia. No permitiremos que la delincuencia se adueñe de nuestras calles.”
Nahle subrayó que su gobierno no permitirá que los grupos delictivos tomen el control del estado y aseguró que continuará reforzando las estrategias de seguridad. Además, destacó que Veracruz ha registrado una disminución en algunos índices delictivos, aunque reconoció que aún falta trabajo por hacer.